El Tema 8

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Los titanes de la composición en el siglo XX y XXI (35): Mesías Maiguashca

 

En uno de esos acontecimientos que excepcional y sorpresivamente tienen lugar sin que los medios de difusión cultural, acostumbrados a lo fácil y manido, se hagan eco de ellos, se desarrollaron en Madrid las VII Jornadas de Creación Electroacústica organizadas por el Centro Superior Musical Katarina Gurska. Y a ellos asistió el día 5 de abril una de las personalidades incontestables de la música experimental contemporánea: el ecuatoriano Mesías Maiguashca (Quito, 1938).

mesiasLa verdadera carrera musical de Maiguashca, tras sus primeros estudios en el conservatorio de la capital ecuatoriana, en Estados Unidos (en la Eastman School of Music de Rochester) y en Argentina (junto a Alberto Ginastera), arranca a partir de 1965 en Alemania, cuando asiste a los Cursos de Verano de Darmstadt y a los Cursos de Nueva Música de Colonia, donde encuentra, de la mano del maestro alemán de vanguardia Karlheinz Stockhausen (1928-2007) su verdadera voz propia en el campo de la música concreta y electroacústica. Maiguashca fija su residencia en Alemania a partir de 1968 y se incorpora al Estudio Electrónico de la Westdeutscher Rundfunk de Colonia fundado por Stockhausen, con quien trabaja estrechamente hasta mediados de los años setenta. Ha estudiado también en el prestigioso Institut de Recherche et Coordination Acoustique/Musique (IRCAM), de París. Desde 1996 reside en Friburgo, en cuya Musikhochschule impartió Maiguashca la cátedra de música electroacústica de 1990 a 2004.

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Fruto de todo este bagaje, Mesías Maiguashca  incorporó a sus primeras piezas (que él denominó «paisajes sonoros») elementos como el canto de los pájaros (a la manera de Olivier Messiaen, muy presente como maestro decano para muchos de los compositores europeos de vanguardia), los sonidos de las selvas y ríos o el movimiento y conversaciones de las gentes por las tiendas y mercados de las calles y plazas de Quito, proporcionándole sonoridades, imágenes y significados que han pasado a formar parte de obras como Ayayayayay. En esta composición de 1971, una de las más emblemáticas de su ideario creativo, el autor superpone grabaciones de cantos religiosos, conversaciones de la calle, marchas militares, discursos políticos, canciones protestas de Oswaldo Guayasamín a la guitarra, combinadas con los sonidos de la naturaleza, como el croar de ranas y el zumbido de enjambres de abejas y chillidos de la matanza de un cerdo, como una alegoría del Ecuador de la época que le tocó vivir. “Hay que tomar el folclore como un punto de partida para las transformaciones. Lo primero que he hecho como compositor es romper el útero, salir del folclore”, ha declarado Maiguashca.

Y es que una de las principales señas de identidad de Maiguashca  ha consistido en descubrir lo que el compositor define como “lugares alternos”, empleando simultáneamente grabaciones en cinta, música electrónica generada por ordenador, sonidos de objetos (a la manera de la música concreta), música para instrumentos andinos (su indigenismo es otra de sus características de su estilo compositivo) o para formaciones y agrupaciones convencionales (ahí están las influencias de la tradición musical germánica, en la que el ecuatoriano ha bebido durante todo su bagaje creativo, y que van desde Mahler a Stockhausen, pasando por Schoenberg).

Todos estos autores centroeuropeos están muy presentes en el sustrato de las obras de Maiguashca, como la que presentó en Madrid desde el teclado de su ordenador portátil: su ópera de cámara de 1997 Los enemigos, a partir del cuento corto de Jorge Luis Borges El milagro secreto. 5a5a2a908958eEn este sentido Maiguashca afirma que “En los conciertos de música electroacústica no hay nada que ver, simplemente la música viene de altavoces y no existe un músico ejecutante. Yo simplemente aprieto un botón. El público está acostumbrado a ver a alguien tocando y mucho de la música entra por los ojos, pero acá tratamos de preponderar el sentido del oído. El reto es lograr que el espectador se concentre, empiece a tener entre comillas visiones, excitar su imaginación”.

En palabras del músico ecuatoriano, «La llamada música clásica fue siempre experimental en el momento de su creación, pues cada generación ha buscado y busca una forma nueva de expresión. Esto es, los ‘grandes maestros’ crearon su lenguaje con base en la experimentación a partir de una situación histórica particular. Así, Haydn y Beethoven, Wagner y Debussy, Mahler y Schoenberg, etc., fueron compositores, a mi manera de ver, eminentemente experimentales. Visto así, todos los desarrollos del siglo XX y XXI (las músicas atonales, dodecafónicas, concretas, electrónicas, por computador) no constituyen una ruptura, sino más bien una continuidad de esa dualidad tradición-renovación».

Y en esta línea concibe Maiguashca otra de sus piezas señeras, El Oro (1992), su particular aportación al Quinto Centenario del Descubrimiento de América, sobre la ambición y codicia de los conquistadores del Nuevo Mundo, donde el compositor mezcla el susurro de textos históricos grabados en cintas magnéticas con música para flauta andina y violoncello clásico. Indigenismo, tradición y vanguardia que caracterizan toda su producción y que encontramos alternados y combinados en obras como La Canción de la Tierra (del Mundo Andino, añade el compositor) de 2013 y en La Canción de la Cordillera de 2018, algunas de las más recientes creaciones de Mesías Maiguashca, uno de los titanes de la composición de los siglos XX y XXI.

 

Rafael Valentín-Pastrana

@rvpastrana

 

Mesías Maiguashca

De izquierda a derecha y de arriba abajo: – Cartel del evento organizado por el Centro Superior Katarina Gurska – Mesías Maiguashca controlando la proyección de su ópera Los enemigos – El compositor junto al autor de este blog – Autógrafo de Mesías Maiguashca con dedicatoria para Rafael Valentín-Pastrana

 

Bibliografía:

– Rafael Valentín-Pastrana: Los discípulos de Olivier Messiaen: Allain Gaussin, Tristan Murail y Michaël Levinas. Eltema8.wordpress.com, 2019.

– Rafael Valentín-Pastrana: Los titanes de la composición del siglo XX (21): Alberto Ginastera. Eltema8.wordpress.com, 2017.

– Rafael Valentín-Pastrana: Messiaen y los colores de la ciudad celeste. Eltema8.wordpress.com, 2016.

– Entrevista a Mesías Maiguashca. El Comercio, 2015.

– Entrevista a Mesías Maiguashca. El Telégrafo, 2015.

– Rafael Valentín-Pastrana: Los titanes de la composición del siglo XX (6): Olivier Messiaen. Eltema8.wordpress.com, 2014.

www.maiguashca.de

 

Este post está dedicado a Miguel Ángel Gancedo, uno de los más activos y combativos melómanos madrileños y quien primero me habló de Mesías Maiguashca.

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Esta entrada fue publicada en abril 7, 2019 por en Música y etiquetada con , , , , , , , .

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