El Tema 8

El tema 8 es como el primer amor: no se olvida nunca.

¡Pico y pala con Tomás Bretón!

 

El 21 de febrero de 2018 debería ser recordado por la musicología de nuestro país como el día en que una absoluta obra maestra de la música de cámara española del siglo XX vio la luz nada más y nada menos que ciento doce años después de su última interpretación, que se dice pronto.

La obra en cuestión, el Quinteto para piano y cuerda en sol mayor de Tomás Bretón (1850-1923) la había compuesto el salmantino en 1904 para la Infanta Isabel Francisca de Borbón, hija primogénita de Isabel II de España y más conocida por su alías de La Chata (1851-1931). breton_tomasSu alteza destacó como melómana, mecenas y coleccionista de partituras y así atesoró a lo largo de su vida una importante biblioteca musical (que se conoce como Fondo Infanta) y que inexplicablemente descansaba olvidada desde hacía décadas en el Conservatorio de Música de Madrid. Y allí estaba arrinconada la partitura autógrafa de Bretón que, tras su estreno en 1905 y otra representación al año siguiente, nunca había llegado a ser editada. La labor de estudio de los investigadores de la Foundation for Iberian Music de la Universidad de Nueva York, Mª Luisa Martínez y Antoni Pizá obró el milagroso descubrimiento…¡en 2016! Hasta que en este memorable día de febrero, la Fundación March (en un nuevo tanto que se apunta su Departamento de Música) ha recuperado definitivamente el Quinteto de Tomás Bretón en su programa de estrenos (y reestrenos) a cargo, precisamente, del Cuarteto Bretón acompañado al piano por Ludmil Angelov. Como compañero de programación, se escuchó también otra destacada obra de cámara de otro compositor de escasa atención por los programadores: el madrileño Conrado del Campo (1878-1953) de quien se interpretó el Cuarteto nº1 en re menor «Oriental», Op.56, fechado en 1903.

Bretón, quizá sospechando el triste destino que le esperaba a su pieza de cámara, rápidamente la transformó en sinfonía (la tercera y última de su catálogo) para procurar que su esplendida música no cayera en el olvido, aprovechando un encargo de su amigo el director de orquesta Enrique Fernández Arbós (1863-1939), quien la estrenaría el 12 de mayo de 1906 en el Teatro Real de Madrid. Mientras no se grabe el Quinteto, cosa que debería empezar a prepararse hoy mejor que mañana, disfrutemos de su orquestación en forma de sinfonía, que sí ha tenido la suerte de ser registrada recientemente.

¿Y cómo es musicalmente el Quinteto de Tomás Bretón? Es, lo primero, una obra compuesta en plena madurez del autor, cuando cuenta cincuenta y cuatro años de edad y ya hace diez que saborea las mieles de la gloria desde que estrenó la que puede ser considerada como la más célebre zarzuela de todos los tiempos: La verbena de la Paloma (1894). Y esa plenitud artística y seguridad de escritura se percibe desde el primer compás de esta obra redonda, en la que Bretón, en un prodigioso dominio del género y de la forma se mueve con una sorpendente solidez, propia de un autor consagrado en este género netamente centroeuropeo, pero que también contiene momentos más reconocibles del estilo más conocido del autor, como el final a manera de concertante operístico entre todos los instrumentos que encontramos en el primer tiempo, el aire de seguidilla con su estribillo del scherzo central o el ritmo de pasacalle del movimiento final, con una exultante coda que transmite una contagiosa, por lo de castiza, alegría.

¿Qué pasaría si esta pieza la hubiera escrito, en lugar del autor de La Dolores, pongamos, un músico alemán, francés o inglés? Pues muy fácil: que desde su composición sería una obra asentada en el repertorio, grabada por las mejores agrupaciones e interpretada hasta la saciedad…incluso en España. Pero es que nosotros somos así, reine quien reine y gobierne quien gobierne, siempre maltratando nuestro acerbo cultural y perdiendo oportunidades de sacar pecho con nuestro patrimonio musical, da igual que sea en la Regencia, en la Monarquía, en la Dictadura, en la Dictablanda, en la República, en la Guerra, en la Posguerra, en la Transición o en Democracia… Así que agarren el pico y la pala los responsables de los departamentos musicales de las instituciones públicas y privadas españolas y que sigan exhumando las innumerables joyas de nuestra música del siglo XX que se encuentran injustamente enterradas en el olvido.

 

Rafael Valentín-Pastrana

@rvpastrana

 

Bibliografía

– Rafael Valentín-Pastrana: La recuperación de una ópera española olvidada. «Fantochines» de Conrado del Campo. http://www.eltema8.com, 2015.

 

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Un comentario el “¡Pico y pala con Tomás Bretón!

  1. Pingback: Hear Lost Bretón and Campo Chamber Music | The Brook Center

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Esta entrada fue publicada en febrero 22, 2018 por en Música y etiquetada con , , , , .

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