El Tema 8

El tema 8 es como el primer amor: no se olvida nunca.

Repertorio de vituperios anticholistas y catálogo de tropelías contra el Atleti durante la temporada 2023-24

Desde que el Atlético de Madrid conquistó su undécimo título de Liga se han sucedido tres temporadas consecutivas en las que se han ido acumulando agravios comparativos, presiones externas y decisiones arbitrales que han perjudicado sistemáticamente al equipo colchonero. A los atropellos de las temporadas 2021-22 y 2022-23 ya aquí glosados, la Liga que acaba de concluir es otra muestra más de la lucha que, prácticamente desde el primer al último partido, tiene que acometer todos los años el Atleti contra todo y contra todos. Empecemos por el principio de esta nueva larga lista de desmanes durante el curso 2023-24 contra el club que entrena Simeone.

El destierro al páramo

Lo de que acceder al Metropolitano sea un quinario se viene sufriendo desde que se inauguró este estadio. Y salir de aquella ratonera tras un partido, sea en coche, metro o autobús, tres cuartos de lo mismo. Al inicio de la temporada, y para «facilitar» las cosas, el Ministerio del Interior comunicó cortes totales de varios accesos al Estadio Metropolitano debido al inicio de las obras en sus aledaños. En su día el Atleti fue medio invitado medio obligado a cambiar de aires por el artículo treinta y tres y sin ser consultado a su masa social el traslado al extrarradio: aquello se presentó como una-oferta-que-no-vas-a-poder-rechazar, pero era un caramelo envenenado. Parecida jugada se ha planteado durante la presente temporada con el Rayo Vallecano, propagando la conveniencia de que, para que crezca la institución, el club abandone su anticuado estadio del barrio de Vallecas, de donde es emblema. De momento, la medida no está siendo bien aceptada por buena parte de la afición rayista, lo que no es mala noticia. La estrategia parece no casual: mientras que las actuales políticas de histerismo medioambiental recomiendan que los estadios de fútbol se desplacen a las afueras de las grandes ciudades para evitar conglomeraciones y atascos, por otro lado se promueve y consiente que otro club de la capital amplíe sus instalaciones y realice interminables obras faraónicas que llevan desde hace años complicando el tráfico y los desplazamientos por la zona norte de la capital de España. Es revelador el gráfico adjunto.

Con Getafe, Rayo Vallecano y Atlético de Madrid jugando en las afueras de la ciudad, parece que el sueño de algunos quedaría definitivamente expedito. Conectado con esto, el Real Madrid ha logrado, pleiteando ante el Tribunal Supremo, que el equipo femenino Madrid CFF no pueda inscribirse en el registro de patentes con ese nombre. No vaya a ser que otro equipo lleve lo de “Madrid” en su denominación. En el fondo de lo que se trata es de que en Madrid sólo haya un equipo fetén, que los hay que resultan muy molestos. Aunque los vecinos (al menos los no madridistas… a los que se terminará cancelando) del entorno parece que por fin empiezan a protestar por la contaminación acústica durante partidos y eventos. A buenas horas…

Lección de anatomía

Esta temporada los palmeros habituales han añadido a su bagaje la excelencia en anatomía; con tal de no reconocer que en varias jugadas el Real Madrid fue beneficiado en acciones que siempre han sido pitadas como mano, sacaron a relucir sus conocimientos en las articulaciones del cuerpo humano madridista; una mano de Bellingham en Gerona era deltoides y una zamorana de Vinicius para remontar al Almería, hombro. Y la muñeca de Camavinga contra el Rayo Vallecano… bueno, eso nadie podía negar que fuera mano pero intentaron colar que no la había podido retirar a tiempo por la rapidez de la jugada.

En paralelo al tema de las manos, las lecciones anatómicas continuaron, con diferente consideración dependiendo de quién fuera el equipo afectado: así resultó que el ano del sevillista Ocampos (bochornosas las imágenes de Vallecas) sí había que protegerlo, pero el pezón de Álvaro Morata, no. Especialmente porque se lo pellizcó ese majete y simpático (sobre todo para los suyos) grandullón llamado Antonio Rüdiger. Luego, en partido de Champions, el jugador del Inter de Milán Marcus Thuram le estrujó los testículos a Stefan Savić con la aquiescencia arbitral. De nuevo, barra libre contra el Atlético de Madrid.

Alerta Nivel Máximo Rojo: llega la Dana

El Atleti había arrancado bien la temporada y llegaba un rival en horas bajas, el Sevilla. Sin embargo, pocas horas antes del partido que se iba a disputar la tarde el domingo, saltó la noticia: “Ante la situación climatológica excepcional en Madrid, y tras los avisos de alerta roja por parte de AEMET y las recomendaciones del Ayuntamiento de Madrid, el órgano competicional de la RFEF, a solicitud de La Liga, Delegación del Gobierno de Madrid, Consejo Superior de Deportes y los dos clubes afectados, ha tomado la decisión de aplazar el encuentro entre el Club Atlético de Madrid y el Sevilla FC previsto inicialmente para hoy a las 18:30 en el estadio Metropolitano de Madrid. La nueva fecha y horario del partido serán comunicados a la mayor brevedad posible”. Eran las 14:00 y la prensa, tan dada últimamente a magnificar cualquier cosa que se adapte al relato del Nuevo Orden Mundial, lo pintaba negro oscuro, como si una nueva Filomena se cerniera sobre la península: «Nivel Máximo Rojo».

Y literalmente saltaron, como en las series norteamericanas, las alarmas de los teléfonos móviles con tono ensordecedor de sirena de submarino para anunciar la llegada de la temida Dana (Depresión Aislada de Niveles Altos): «La cantidad de lluvia que pueda caer mañana en la Comunidad de Madrid tendrá consecuencias catastróficas». Y salieron, cómo no, los expertos y «todólogos»: «El récord de lluvia en 24 horas son 87 metros cúbicos que cayeron un 21 septiembre de 1972. Se prevén 200 metros, lo que supondría la mitad de lo que cae en un año entero en tan solo un día». Ningún otro partido de la Liga se suspendió. «Al Real Madrid no le hubiera pasado esto, porque su flamante estadio va a tener una revolucionaria cubierta retráctil», saltaron los corifeos habituales sacando pecho como si fueran ellos los que hubieran pagado de su bolsillo los gastos de reforma del estadio, esos que también deben estar, aunque se corra un tupido velo, en nivel máximo rojo. El caso es que, sólo dos horas después, a las 16:00, ya no llovía en Madrid. Pero el Atlético de Madrid tuvo que estar tres meses y medio con un partido menos. El experimento de asustar a la población con el apocalipsis climático (y con el Atleti como cobaya), había funcionado.

No debiste atreverte a cruzar el Misisipi (ni a marcarle cuatro goles al Real Madrid), forastero

En concreto, dos goles en Liga y luego otro en la Supercopa de España y además otro en la Copa del Rey. Total, cuatro en una temporada. Al Real Madrid. Casi nada. Resultó que la «venganza del ex», que intentan hacer ver que sólo sufre el Atlético de Madrid, se les volvió en contra. Y empezó la cacería. Ángel del Riego, de El Confidencial, se ensañó en un infame artículo plagado de párrafos merecedores de querellas de infarto: «Un canterano del Real Madrid hecho antimadridista por despecho», «El delantero acumula rencor contra el Bernabéu», «No tiene talento suficiente», «Es un mercenario del fútbol», «Morata no tiene clase», «Una carrera a trompicones», «El chico bien peinado con cara de monaguillo», «Peluche de ojos tristes», «Alguien que necesita 100 años para controlar un balón, que parece querer empaparse de la biografía de Julio Salinas, no merece la atención del público más altanero del mundo», «Un jugador en decadencia antes incluso de llegar a la madurez». La maldición de la gitana (ésta sí…) funcionó y los números de Morata, que dejó de ser determinante de cara a portería, se quedaron estancados. Resulta milagroso que, en este venenoso contexto, que lógicamente terminó afectando a un jugador de por sí necesitado de autoestima y de sentirse indiscutible, Morata haya finalizado la temporada con 26 goles. Un milagro, viendo la despiadada persecución.

Conviene recordar que ya desde el mes de octubre, en que se jugó un partido clasificatorio España-Noruega, se le venía atizando a un Morata también en estado de gracia con la selección nacional y ya asentado, para desgracia de Joselu y del nacionalmadridismo, como incuestionable delantero centro de la Roja. En una jugada confusa, se anuló un gol al remachar un balón sobre la raya cuando el partido iba 0-0. Todo tipo de lindezas (“La codicia de Morata anula el gol a España”) le dedicaron al ariete del Atleti periodistas y analistas por esa intrascendente jugada, ya que finalmente España se impuso sin problemas a Noruega, logrando el billete para la Eurocopa de Alemania 2024. El gato al agua se lo llevó el comentarista arbitral del diario ABC Martínez Montoro con este inadmisible tuit: «¡Para qué la tocas! El egoísmo, o la estupidez, de Morata le quita un gol a España. El colegiado anula por fuera de juego un tanto que se marcaba en propia meta Strandberg, pero que el delantero estropeó por empujar el balón gratuitamente sobre la raya”. Que luego («sostenella y no enmendalla»), el juntaletras repitió en una crónica para su periódico: «Por egoísta. O por poco listo. Morata impidió que España se adelantara en el marcador». Y resultó que finalmente el árbitro había anulado el gol no por la posición de Morata, sino por falta y fuera de juego previo de Ansu Fati. Pero nadie salió a disculparse con Álvaro Morata.

«¿Qué es Madridismo Sociológico?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila blanca»

Joan Laporta, un 19 de octubre de 2023, vino a poner de moda una incómoda expresión que causó gran revuelo: «El madridismo sociológico aprovecha el caso Negreira para ensuciar el nombre del Barça». Aunque muchos fingieron llevarse las manos a la cabeza, la sorpresa no era tal: el término Madridismo Sociológico, también conocido como Nacionalmadridismo Patológico, ya estaba en boca de todos y venía siendo empleado por la afición colchonera desde hacía décadas. Como ejemplos, tres trinos de este humilde bloguero:

  • «El nacionalmadridismo patológico sigue alterando la realidad a su antojo. Venga a hablar de que por fin le gana el Atleti en una prórroga. ¿Y qué pasó en la final de Copa de 2013? ¿Y en la final de la Supercopa de Europa 2018?».
  • «En el imaginario patológico del nacionalmadridismo, Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Isco y Xabi Alonso aún juegan de blanco».
  • «Unos simples “Hey, hello!!” de un capítulo de la serie de Netflix “El juego del calamar” los han subtitulado como “¡Hola Fondo Norte!”, “¡Hola Fondo Sur!” Luego que qué es eso del madridismo sociológico».

Madridismo Sociológico o Nacionalmadridismo Patológico es que, cuando el Real Madrid juegue en el campo de otro equipo de fuera de Madrid (incluso de dentro), sus aficiones celebren más los goles del equipo rival que los del suyo propio. O que periodistas, narradores y comentaristas deportivos (otra cosa son los ex jugadores, que se puede llegar a entender) manifiesten descarada y desaforadamente su preferencia hacia un equipo cuando en una final están jugando dos. O que periodistas generalistas y tertulianos políticos aprovechen los medios para, sin venir a cuento, sacar pecho por su condición de aficionado de un club menospreciando a otros equipos. O que deportistas que representan a España aprovechen el altavoz de sus triunfos individuales para vanagloriarse de que ellos están en el lado correcto de la vida. O que políticos (o jueces) que deberían mantener una imparcialidad al respecto, se signifiquen como forofos del Real Madrid soltando chistes que ofenden a otros clubs o no denunciando a sabiendas irregularidades deportivas, económicas o urbanísticas del equipo de sus amores.

El Madridismo Sociológico trata de extender sus tentáculos por toda la sociedad española y llegar a todos los rincones del mundo con el objetivo de perpetuarse como único equipo del que merece la pena ser, infravalorando, despreciando e incluso negando los éxitos de otros equipos. No haría falta recordar que ser del Real Madrid (o de cualquier otro equipo de fútbol) es gratis, libre, voluntario (el que quiere ser del equipo que le venga en gana, puede serlo), no exige pasar ningún examen o prueba de actitud y que sus triunfos o fracasos no dependen de ti. ¿Qué es Madridismo Sociológico? ¿Y tú me lo preguntas? Madridismo Sociológico… eres tú.

Si eres “influencer” (del Atleti…), olvídate de subir fotos

Resulta que en los prolegómenos del Atlético-Sevilla aplazado por aquel amago de catástrofe climática que iba a provocar el Dana, el jugador de Camas (al que le gusta ser el perejil de todas las salsas y que tiene un especial empeño -por lo que se ve, superior a sus fuerzas y vista la camiseta que vista- en faltar al respeto al Atlético de Madrid) había pisado deliberadamente el escudo rojiblanco al saltar al césped del estadio Metropolitano. Lo que se comentó menos, pero que igualmente se apreciaba en el vídeo delator de un aficionado, es que también había escupido al logo a sabiendas.

La justicia poética quiso que Marcos Llorente marcara el definitivo 1-0 tras un fallo del defensa sevillista. Y el jugador rojiblanco, que es muy aficionado a las redes sociales, subió a twitter sus mejores deseos navideños (el partido se disputó finalmente un 23 de diciembre) para la afición del Atleti y, para ilustrarlo, adjuntaba una instantánea que recogía el momento de la frustración del defensa sevillista y la alegría del jugador colchonero. Y la tuitesfera nacionalmadridista, que a saber qué pintaba comentando un Atlético de Madrid-Sevilla (igual les escoció la «venganza del ex»…), se indignó y entró en cólera. ¿Pero qué iba a hacer Llorente, ser tan desagradecido de borrar a Sergio Ramos de la foto encima que le dio la asistencia?

«¿Qué piensas de Suárez?«

El 15 de enero de 2024 el programa El día después (que tras la quiebra de su creador Canal Plus, pasó a manos de la cadena Movistar, mimada e inyectada por el gobierno sanchista) emitió una pieza titulada Un pisotón de Luis Suárez acabó con su carrera. Tras una eliminatoria de Copa del Rey jugada a partido único el 8 de enero de 2022, el guardameta del Rayo Majadahonda Gorka Giralt había sufrido un pisotón de Luis Suárez (jugador entonces del Atlético de Madrid) en su mano. El delantero había pedido disculpas al portero, que las había aceptado y que en su momento había declarado que «a pesar de ser un fastidio tener que pasar por el quirófano y estar durante una temporada fuera de los terrenos de juego, Luis Suárez no entra con mala fe, es una acción dividida donde se pueden producir encontronazos». La nueva pieza, de cuatro minutos, incluía imágenes del percance y declaraciones de entonces del afectado sobre cómo le iba la vida después de aquello. Todo muy emotional y con mucho slomo, al más puro estilo Plus:

  • «Me la estalla (la mano) en pedazos… la articulación estaba deshecha».
  • «Fractura en estallido… como si golpearas una nuez con un martillo».
  • «Estuve dos días llorando… despertándome por la noche con llantos pensando que era una pesadilla y sabiendo que podía ser el fin».
  • «Me han incapacitado para ser futbolista: el informe dice mano catastrófica«.
  • «Algún día pensé en destruirla (la camiseta que a Gorka le había regalado Luis Suárez, uruguayo como su esposa) por el dolor que me estaba causando».

¿Y por qué El día después se acordaba repentinamente de la desgracia del portero Giralt, habiendo transcurrido tanto tiempo? Pues lo que pasaba dos años después de aquello es que se aproximaba otra eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey, que esta vez enfrentaba en el estadio Metropolitano a partido único a los eternos rivales de la capital de España. Y convenía volver a lo de Los violentos. Porque en el mundo del fútbol español, las casualidades no suelen existir. Y se volvió a comprobar al día siguiente del enfrentamiento de Copa. Como el Atleti ganó de nuevo al Real Madrid, y bien ganado 4-2, se recurrió otra vez al tópico de la agresividad de los colchoneros. Por ejemplo, el programa estrella de la telebasura deportiva nocturna dedicó un monográfico a los huevos -así como suena- del profesor Ortega. Y Jesús Alcaide, antaño periodista deportivo y hoy director de Real Madrid tv, lanzó a través de su canal todo tipo de lloros por “la permisividad con la cacería… legalizar la cacería que han practicado los jugadores del Atlético de Madrid sobre los jugadores del Real Madrid ha sido intolerable… La retransmisión es otra cuestión del Sistema que padece el Real Madrid (en referencia a que TVE -hay que aguantar la risa- va contra ellos)… Lo de hoy ha sido una auténtica encerrona”. La clásica victimización, cuando le vienen mal dadas, del nacionalmadridismo.

“Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”

Se venía un Betis-Real Sociedad apasionante, es de imaginar, para los aficionados sevillanos y donostiarras… y de nuevo se convirtió en una oportunidad para atizarle al Atlético de Madrid. Coincidiendo con la triste efeméride del asesinato en las inmediaciones del Vicente Calderón del hincha donostiarra Aitor Zabaleta («25 años sin ti» titularon los actos), los responsables del equipo de San Sebastián aprovecharon para atizar -siempre habrá un buen motivo para ello- al Atlético de Madrid y aderezaron el homenaje abriendo de nuevo la herida con perlas como «Le he dicho a mi hijo ‘no te pongas la camiseta de la Real’, por lo que pueda pasar» (el entrenador Imanol Alguacil) o «Ningún tío del Betis que venga a tocarnos los cojones va a entrar en Anoeta» (el presidente Jokin Aperribay hacía referencia a que, parece ser, la peña bética Suburbios Firm es una escisión del grupo Bastión, al que pertenecía Ricardo Guerra, el asesino declarado de Zabaleta) veinticinco años después.

Lo cual, de paso, aprovechó el entorno del Deportivo de La Coruña para recordar el fallecimiento de su aficionado Francisco Javier Romero Taboada, alias Jimmy, en los prolegómenos de un partido contra el Atleti también. Los vasos comunicantes de la fobia contra los colchoneros se suelen activar de manera precisa e implacable.

La matraca del pasillo

Se volvió a dar la circunstancia de que, tras un título obtenido por el Real Madrid, su siguiente rival fuera el Atleti. Pasó tras la Copa del Rey 2023 y el club rojiblanco lo dejó claro. Y de nuevo, tras la Supercopa de España 2024, se insistió en presionar al Atlético de Madrid para que le hiciera el pasillo al campeón como homenaje. Quizá tras la próxima edición de Supercopa de España si la vuelven a conquistar los de blanco en Arabia Saudí 2025, rodeados de sus aficionados árabes. Digno colofón de esta absurda competición prostituida por intereses espurios para mayor gloria de un ex presidente de la RFEF depurado por comportamiento indecoroso y por un ex futbolista continuamente en el ojo del huracán, él y su entorno, de la agencia tributaria española. Para echar más leña al fuego, hace sólo unos días se destapó que el ínclito Luis Rubiales negoció con el presidente de la UEFA Aleksander Čeferin la desviación de treinta millones de euros a las cuentas bancarias de los entonces jugadores del Barcelona Gerard Piqué y Leo Messi para compensar los recortes salariales que habían «sufrido» como consecuencia de la pandemia de 2020. Cosas inconcebibles que pasan en este país y que cada vez que pasa huelen peor sin que se tomen seriamente cartas en el asunto.

El Bilbao no existe… pero El Wanda sí

Esta temporada, la segunda sin que el estadio Metropolitano tenga como sponsor al grupo inversor chino Wanda, todavía hay jugadores, entrenadores, periodistas, comentaristas y aficionados que siguen empeñados en que el campo del Atlético de Madrid se llama «el Wanda». Normalmente todos estos comentarios tienen el mismo sesgo despectivo y provienen de gente con querencia a lo blanco y, se ve que, con añoranza de la película Un pez llamado Wanda.

En cambio, es curiosa la unanimidad con la que, en los medios de comunicación, se refieren al Athletic Club, de Bilbao: durante las retransmisiones de partidos de este equipo en la Copa del Rey, ningún locutor ni comentarista osaba llamar “el Bilbao” al único club que hay en Bilbao. Los mismos que luego están a todas horas con que si “el Madrí”, cuando no hay ningún equipo (si acaso, en la Primera División Femenina de España…) que se llame así y no les da por preocuparse del resto de aficiones de equipos madrileños que militan en la Liga.

Interferencias por la Cubierta Retráctil

A raíz del partido Real Madrid-Atleti que concluyó 1-1 con gol de Llorente en el descuento y en el que el árbitro Sánchez Martínez había anulado, sólo sabe él porqué, un gol de Savić (que previamente había concedido), los especialistas arbitrales que trufan los medios salieron en tropel (en un movimiento digno del Equipo Nacional de Opinión Sincronizada que también infecta las tertulias políticas de radio y televisión) con un nuevo y peregrino, pero unánime, argumento a camino entre la vídeo-frecuencia y la experiencia electro-acústica: ¡la interferencia! Pável Fernández (experto arbitral de última hornada, al que este bloguero, que ya tiene una edad, no recuerda haberle visto arbitrar en la élite nunca) defendió que Saúl, tras un testarazo de Savić limpio e imparable, había provocado en el portero madridista Lunin “una interferencia de 7 sobre 10”, mientras que, para Iturralde González, se había producido “fuera de juego por interferencia”. La jugada se repitió a los pocos días en Leipzig, favoreciendo de nuevo, y como no podía ser de otra manera, a los de blanco. Cómo sería la cosa, que hasta Toni Kroos reconoció que el gol había sido válido. El periodista Javi Gómara afinó la frecuencia con retranca: Lunin “provoca interferencias que anulan goles de los rivales”. Interferencias que se dieron hasta el último partido de la competición para seguir beneficiando siempre al mismo equipo y que sufrió en sus carnes también el Betis. Igual el acabado de la recientemente inaugurada cubierta retráctil del Bernabéu tiene fallos y hay que meterle un poco más de dinero…

El tema siguió coleando y semanas después circuló un inenarrable vídeo de una reunión de árbitros analizando la jugada de Savić, Saúl y Lunin y en el que, aparte de demostrar los asistentes una unanimidad digna de cuando en una asamblea norcoreana Kim Jong-un plantea una consulta, se hicieron públicos los audios del VAR durante esa jugada. “¡Es fuera de juego, es fuera de juego!” se distinguía en el surrealista audio que escuchaban impertérritos los trencillas, no fueran a ser señalados por salirse del redil. Los alaridos, aunque se podría haber apostado por ello, no provenían ni de Roncero, ni de Siro, ni de Duro, ni de Rivero: el que bramaba como un forofo enloquecido desde la sala de rearbitraje era el colegiado que manejaba las imágenes, que abroncaba una y otra vez al árbitro de campo, Sánchez Martínez, por haber concedido gol del Atleti.

Siempre nos quedará… (Miguel Ángel) Portugal

A raíz del absurdo debate de si los árbitros a quien siempre beneficiaban era… ¡al Atleti!, salió a la palestra el ex jugador madridista Miguel Ángel Portugal, que vino a relatar cómo, cuando él era entrenador del Racing de Santander, los rojiblancos fueron beneficiados en una semifinal de Copa del Rey 2009-10 que terminó 4-0 a favor de los colchoneros. “Lo que fue una locura fue pitar el penalty que me pitaste en el Atco Madrid & Racing de Santander semifinal de copa con empate a cero que fue falta 2 metros fuera. Te lo puedo repetir las veces que quieras !!!” tuiteó Portugal contestando al ex árbitro Mateu Lahoz que había osado opinar que no se debía haber anulado «por interferencia» aquel gol del Leipzig contra el Real Madrid. Porque de eso es de lo que se trataba de analizar. Pero el santanderino-madridista aprovechaba la ocasión para no perder la buena costumbre de extender la tinta de calamar sobre el Atleti: según él ese injusto penalti fue decisivo para que el Racing no se clasificara para la final de Copa, pero resulta que (afortunadamente hay imágenes por las redes a disposición de todos) en ese momento el partido no discurría 0-0 como Portugal manipulaba, sino que ya marchaba con un cómodo 2-0 a favor del Atlético. Y revisando el vídeo, la primera zancadilla del defensor a Jurado es fuera del área… pero el placaje final es dentro, que es lo que cuenta y es lo que señaló correctamente el trencilla. Datos que matan relatos nacionalmadridistas.

Enemistando a los héroes del Doblete

Ante la acumulación de partidos que se le venían encima al Atlético a mediados de febrero, Simeone optó por reservar a algunos de los titulares contra la U. D. Las Palmas y situar de delantero centro a… Marcos Llorente. Otro experimento que, de nuevo y para desgracia de muchos, le funcionó al argentino: a los veinte minutos de juego el héroe de Anfield ya había marcado dos goles. Pero nada más dar la alineación, ya le habían empezado a salir haters al Cholo. Y uno de ellos fue el ex jugador rojiblanco Milinko Pantić, actualmente comentarista en Radio Marca, quien se cuestionó si no había ningún canterano para jugar de 9 y destacaba y elogiaba, en contraste, a Xavi por darle oportunidades a los jugadores de categorías inferiores del Barça. Y en la rueda de prensa tras el 5-0 final contra el equipo canario, el Cholo entró al trapo (cosa rara en él) ante una pregunta que normalmente habría lidiado con la sequedad y la displicencia con que suele despachar este tipo de provocaciones de los becarios e indocumentados con micrófono. Por ejemplo, contestando “Inter de Milán”, que era lo que se avecinaba y que tanto suele escocer cuando lo dice.

Pero el caso es que, por lo que sea, Simeone cuestionó la condición de Pantić como leyenda rojiblanca y se armó la polémica. Hay distintas versiones sobre de dónde viene este pique. Algunos se remontan al decisivo penalti que marró Juan Eduardo Esnáider frente al Ajax en cuartos de final de la Copa de Europa de 1997 y que Simeone nunca perdonó al serbio su falta de valor por no atreverse a lanzarlo; otros se remiten a cuando ambos coincidieron entrenando al primer y al segundo equipo, allá por la temporada 2011-12: Simeone exigió que el filial jugase con el mismo sistema que los mayores; Pantić se negó y perdió el puesto de entrenador, mientras el Cholo consolidaba a partir de entonces su incontestable proyecto. Y desde entonces el centrocampista serbio, conviene recordarlo, le ha dedicado más de una pulla al entrenador argentino. Esta conversación mantuvo Pantić con el periodista Alfredo Varona: “Pregunta: Y ahora no trabaja. Respuesta: Los dirigentes miran mi currículum y dicen ‘este no ha entrenado en Primera’ y se olvidan de que estuve tres veces a punto de coger el primer equipo del Atlético o de que la experiencia es muy relativa, ¿qué es la experiencia? P: La prueba está en Zidane. R: La experiencia es una tontería… Hay mucho juego sucio y por eso yo me alegro tanto de los éxitos de Zidane. P: ¿Y de los de Simeone? R: Bueno, ésta es una pregunta con mucho peligro; prefiero ser diplomático”. Lo cual sirve para entender la reacción de Simeone y demuestra que, a base de tanta tropelía acumulada desde principios de temporada, hasta a los santos también se les acaba la paciencia. ‪

A més a més

Para no hacerlo más largo, hay que recordar sucintamente otros agravios que fueron minando la moral rojiblanca y que terminaron afectando al equipo al final de la presente temporada:

  • João Félix ha sido utilizado por la prensa para cuestionar a Simeone, pero sólo cuando marcaba goles, a poder ser, contra el Atleti. Que curiosamente no se correspondían con una inmediata oferta del F.C. Barcelona por adquirir en firme al jugador portugués, si tan contentos estaban con su rendimiento. Y cuando era sustituido una y otra vez (con sus consabidas caritas y mohines) o Xavi lo dejaba en la grada, en el banquillo o directamente no lo convocaba, los medios de comunicación miraban para otro lado con tal de no reconocer que la culpa de sus fracasos no era del entrenador argentino.
  • De los creadores de «Sólo marcan goles de estrategia», llegó en esta sesión «Han marcado los tres goles de cabeza», tras los tres tantos que consiguió el Atleti frente al Real Madrid en el partido de Liga que concluyó en 3-1. Como si no se pudiera o sólo valiera cuando lo hacen ellos.
  • Tras una temeraria entrada de Bellingham, Ángel Correa tuvo que abandonar el terreno de juego, temiéndose que la lesión fuera de extrema gravedad. La rápida recuperación del argentino para el siguiente partido (más que nada para no dejar a su equipo, con toda su delantera lesionada, en cuadro) fue cuestionada por el nacionalmadrismo… que no salió a disculparse cuando días después Correa recayó por secuelas de la patada del madridista.
  • El árbitro Muñoz Ruiz anuló un gol a Antoine Griezmann contra el Alavés por una falta previa… que habían cometido sobre Marcos Llorente. El colegiado se acababa de inventar la “ley de la desventaja”. De nuevo, los experimentos con el Atleti.
  • Durante el descanso del partido de octavos de final de Copa del Rey frente al Real Madrid, tuvo que ir Simeone a decirle al árbitro que qué hacía rodeado de jugadores madridistas y compadreando con ellos en el túnel de vestuarios. Afortunadamente las cámaras recogieron el momentazo para la posteridad.
  • Como viene siendo triste costumbre cada vez que el Atlético de Madrid acude a ciertas ciudades de España a jugarse la clasificación copera, el autobús en el que viajaba el equipo fue apedreado cuando llegaba al estadio de San Mamés a disputar el pase a la final de la Copa del Rey. Hace unos años, acceder al estadio de Anoeta en San Sebastián fue otra peligrosa odisea para la delegación atlética, a la que no acompañó escolta policial alguna. El plan, que era intimidar al rival, consiguió los objetivos buscados. Los medios, que sólo están a sacar la lupa a ver si encuentran entre la afición colchonera alguna bandera con el águila bicéfala, miraron para otro lado. Ya saben: no hay que darle importancia a las gamberradas de la chavalada que sacude el nogal…
  • El tertuliano y activista de izquierdas Ignacio Escolar usó al Atleti para criticar a un partido político, el PP, con el que no comulga: «El Atlético de Madrid añade por sorpresa un campo de golf a su proyecto en las parcelas públicas cedidas por Almeida». Típico de los medios de comunicación españoles: prácticamente todos son de izquierdas y madridistas.
  • En el momento clave de la temporada, cuando el Atleti aún optaba a las tres máximas competiciones, tres trencillas poco sospechosos de colchonerismo (Gil Manzano, Munuera Montero y Soto Grado) fueron designados (three-in-a-row) para arbitrar a los rojiblancos… con los resultados esperables.
  • Durante el último partido de la temporada, que se disputaba en San Sebastián, el público donostiarra dedicó cánticos de «¡Griezmann: muérete!» al que fuera su jugador, tras una disputa con Kubo. Presentes en el estadio Real Arena estaban su mujer y los tres hijos del francés escuchando las lindezas. No consta que ni la LFP ni el CSD hayan intervenido para cerrar el campo ni que la ertzaintza ni la fiscalía hayan iniciado diligencias para identificar a los miserables. Es lo que tiene que se haya consentido que algunos estadios de España se hayan convertido en “no-go zones”.

En lo deportivo, la temporada fue de claroscuros, con partidos memorables en todas las competiciones (el 0-7 en Vallecas, el 4-2 al Real Madrid en Copa del Rey, la remontada al Inter de Milán en Champions, incluso la semifinal de la Supercopa de España…) pero mezclados con actuaciones lamentables (proliferando los empates y derrotas en Liga contra equipos que acabaron descendiendo) que terminaron lastrando al equipo en el torneo de la regularidad y, sobre todo, en momentos decisivos (Bilbao y Dortmund) de las competiciones a eliminatoria. Irrupciones esperanzadoras de canteranos recién llegados que asumieron valientemente la responsabilidad (Barrios, Riquelme o, sobre todo, Lino) fueron empañadas por el mediocre rendimiento de jugadores que deberían haber hecho valer su veteranía (De Paul, Molina, Saúl…); lesiones crónicas (Lemar se perdió por lesión 33 partidos de Liga; Giménez estuvo lesionado 135 días que provocaron su ausencia en 20 encuentros y Memphis 124, que equivalen a 18 partidos) o largos tramos de sequía goleadora de los delanteros son lujos que ningún equipo de élite se puede permitir (Griezmann, Morata y Depay anotaron entre los tres únicamente 13 goles durante los cuatro últimos meses de competición) si se pretende competir hasta mayo, que es cuando se dilucidan los títulos.

Por decimosegundo año consecutivo se logró la clasificación para Liga de Campeones (con la consiguiente garantía de ingresos, más aún con el nuevo formato que se anuncia para la temporada 2024-25, que asegura la recaudación de dos partidos más como local). Pero fue terminando en una discreta cuarta posición, que es el peor registro en la etapa cholista. Se han obtenido más puntos (76) que otras temporadas en las que, con menos puntuación, se acabó tercero o, incluso, segundo. Pero a demasiada distancia del campeón y por debajo de un equipo con bastante menos presupuesto, como el Girona. También se ha conseguido el acceso al Mundial de Clubes, con lo que ello supone de considerable inyección económica -con un mínimo garantizado de cincuenta millones de euros sólo por participar y que, es de suponer, deberían ser, por fin, para ser bien invertidos- gracias a la regularidad en las actuaciones en Copa de Europa de las últimas cinco temporadas y arrebatándole el puesto al siempre protegido y habitualmente favorecido Barça. Pero para jugar esa nueva competición, que disputarán treinta y dos equipos en verano de 2025, queda todo un mundo y puede pasar de todo.

El curso recién finalizado ha dejado un amargo sabor de boca en la afición del Atlético de Madrid y algunas de las peores estadísticas (en Liga, 10 derrotas sufridas, 43 goles recibidos, 13 partidos seguidos encajando goles) desde que Simeone dirige al equipo. El no depositar, por tercer año consecutivo, ningún título en sus vitrinas ha provocado que el desencanto se extienda entre la afición colchonera. Un negro panorama se vislumbra en el horizonte si el Atleti no se conciencia de que, para competir los títulos a los clubes-estado (tanto internacionales como nacionales… que también en España los hay) tiene que remodelar en profundidad tanto el cuerpo técnico como la plantilla, comprando y pagando talento, calidad, músculo y juventud para reforzarla. Es necesario asumir la cruda realidad, hacer autocrítica reconociendo los errores y adoptar con prontitud las necesarias medidas para solucionarlos. Por muchos vituperios y tropelías que haya padecido de nuevo el Atlético de Madrid durante la temporada 2023-24.

Rafael Valentín-Pastrana

@rvpastrana

Nota: El título de este post es un homenaje a un célebre libro para aficionados a la música clásica que recoge los exabruptos que compositores hoy intocables y consagrados (desde Beethoven a Stravinsky pasando por Wagner o Debussy) recibieron injustamente de comentaristas y críticos de su época y a los que el tiempo ha puesto afortunadamente en su lugar: Repertorio de vituperios musicales (Nicolas Slonimsky, 1953. Penguin Random House Grupo Editorial. Barcelona, 2016).

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.

e6e9b28c-c0b3-396e-9ffb-41ac573971ed